Las primeras muñecas de papel surgen en el siglo XVIII en Francia. Su aspecto era similar al de las marionetas y venían acompañadas de vestidos de la última moda europea, sin embargo eran utilizadas por adultos de las clases más altas como vía de entretenimiento. En el siglo XIX aparecen las muñecas recortables tal y como las conocemos hoy en día. Creadas a partir de la técnica de grabado tradicional; eran no sólo un método de esparcimiento sino una forma de educación moral, su aspecto empieza ser más detallado respecto a vestuario y detalles que adornaban su iilustración
El juego para niñas aparece en el 1810 cuando la editorial Londinense S& J Fuller crea un pequeño de libro de 15 páginas con una singular muñequita que llamaría Little Fanny que contaba en verso su historia y venía acompaña de siete figuras y diferentes vestidos y gorros acorde a la moda de la época, la recortable solía incluir poemas e historias moralistas que servían de ejemplo para las pequeñas.
La litografía remplaza la técnica de grabado en 1840, este cambio permite popularizar a las muñecas de papel, las cuales empiezan a difundirse en revistas y periódicos para publicitar las firmas de moda. Otra ventaja es que algunos ilustradores como Rafael Tuck se hacen famosos gracias a sus creaciones recortables.
La ilustradora Grace Drayton crea a Dolly Dingle en 1913. Con rizos rubios, chapitas grandes y rojas y su aspecto encantador enamoro al público infantil estadounidense, su aparición en las revistas de moda fue de gran éxito que se crearon en su honor: muñecos de peluche, postales, tiras de dibujo y cuentos.
Dolly estuvo presente en los momentos históricos más importantes, en tiempos de guerra se crearon ediciones especiales con vestuario y complemento militar y también con la indumentaria particular de enfermera. Algo similar ocurre en España, pues la versión de Dolly Dingle , pero española llamada “Mariquita” creada por la editorial Hernando en los años veinte ;metafóricamente va a la guerra civil, pues se involucra con los hechos históricos de su país y su versión de soldado y enfermera no se hacen esperar. Estos detalles nos explican a grandes rasgos la importancia que tenían las muñecas de papel y su interés por participar en aspectos políticos y nacionales.
En los años de la posguerra las muñecas de papel se convierten en un recurso muy utilizado para recuperar la ilusión y fantasía de las niñas, pues su precio económico permitía a las pequeñas de las clases más bajas tener una muñeca y cambiarle el vestido con tan sólo recortar y doblar sus pestañas.
Con el tiempo las muñecas de papel dejaron de ser de uso popular entre las niñas, los avances tecnológicos influyeron mucho en su desaparición de algunas editoriales. Hasta la fecha podemos encontrar que aún se venden estás muñecas en algunas papelerías, pero su uso como juguete ha quedado relegado de las nuevas diversiones para niños: la Tablet y los videojuegos.
Sinceramente creo que la magia de las muñecas de papel reside en su sencillez, pues las ilustraciones y los detalles como sus accesorios, complementos , lindos vestidos y caras simpáticas de niñas o mujeres me parece fantástica, pues no sólo representaban la moda de la época sino un juego muy popular entre las niñas del siglo XIX y XX. La verdad yo no jugué con las recortables, pero mi admiración por estas muñecas radica que me topé en la red con un sinfín de Pappers dolls padrísimas y femeninas muy dignas de coleccionar, por lo tanto creí valdría la pena investigar un poquito sobre su historia y contárselas en unas cuantas palabras.
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