La partida de un ser querido deja un vacío triste de recuerdos, pero curiosamente los recuerdos que nos llegan de esa persona en este caso mi querida Abuela Gloria, son los detalles más absurdos y mundanos que parecen no tener importancia, pero al faltar esa persona se convierten en un amuleto sagrado contra el dolor y el olvido.
Carta a mi abuela♥
Recuerdo tu constante manía de repetirme las cosas una y otra vez debido a tu edad, cuando pienso en esos mínimos detalles me lleno de ternura, porque recuerdo la fragilidad de tu ser con tus arrugas y caminar lento pero firme, también pienso mucho en cuando olvidaba las palabras y yo trataba de traducir tus ideas y me decías No eso, No tampoco, No, No y después si ESO.
Pienso en aquella última vez que viniste a casa y te pintaron y cortaron tu cabello como una costumbre mensual y me decías ¿No me dijiste cómo me veo? y te dije Qué muy guapa y te reíste porque no lo creerías, te recuerdo cenando con delicadeza y precaución tu café con leche y un pan o galletas, siempre siempre.
Te recuerdo alegre y sonriente al verme y gritando mi nombre Paulina con tu voz áspera y ronquita, qué afortunada fui, pues nunca me cambiaste el nombre como a mis tías. Te pienso burlona, dormida, sonriente, sarcástica, hablando mucho, repitiendo las cosas más de 10 veces, recuerdo tus manitas de uñas pintadas siempre calentitas, te recuerdo sentada viendo las telenovelas con tu chal en las piernas y tus suéteres de colores.
Pienso en que este último año empecé a verte como una persona débil y quebradiza que necesitaba protección.
Te recuerdo limpia, frágil, tierna, cansada, dormida, despierta, sonriente, preocupada, ansiosa, tranquila y satisfecha.
Te quiero y lo haré siempre:)
Deja una respuesta