Tenía que compartirlo aquí las razones del por qué La La Land tocó esas fibras delicadas de sentimientos que se despiertan cuando algo nos conmueve no importa si te roba una sonrisa, una lágrima o simplemente tanta belleza te estremece.

En pocas palabras “Me encanta La La Land” me ha dejado tocada en el buen sentido de la palabra, conmovida y con esa dosis de inspiración para seguir enfocada en lo que sueño.
Mi escenario era perfecto para que yo amara La La Land justo el día que renuncié a un empleo que ya no me permitía hacer lo me hace feliz después de dar mil vueltas, salí de aquel lugar con la convicción de seguir mis convicciones , liberada sonriente, pero al mismo tiempo con la incertidumbre de esa búsqueda y lo que eso conlleva, salí de la oficina corrí por una rebanada de pizza y decidí meterme al cine a ver aquella película de la que muchos hablan maravillas y otros salen decepcionados.
Sin muchas expectativas, me dije a mí misma sólo quiero sentir…
La sorpresa fue más que conmovedora
La La Land es amor, piano, jazz, locura y sueños alimento perfecto para los nostálgicos y románticos que sin duda encontraran un delirio de belleza que es difícil no causar alguna impresión por sublime o pequeña que sea.
Y es que la película es enternecedora, conmovedora que no pude evitar reflejarme en la piel de Mía Dolan (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling).
El argumento es simple Mia ( Emma) es una aspirante a actriz que trabaja en un café en Los Ángeles, lugar al que se mudó para poder lograr sus sueños, asistiendo a casting tras casting sin éxito , Stone me parece una gran actriz y en esta cinta no pude dejar de admirar su belleza y sencillez y por supuesto su voz tan frágil y potente al mismo tiempo.
Sebastian, personaje interpretado por Ryan, un talentoso y nostálgico músico de jazz que sueña con tener su propio bar para tocar aquella música que nació en los veinte en Nueva Orleans, Sebastian no logra ganarse el dinero más que como pianista de eventos o restaurantes con música que no le agrada para nada y tiene un montón de deudas en su vida, sin embargo cree en él y sabe que algún día logrará su sueños.
La química que se desprende entre los dos es fascinante y la sonrisa franca de Mia y la fortaleza y ese aire enigmático de Sebastian me fue envolviendo entre paisajes, bailes, dulces besos , música, momentos plagados de romanticismo y palabras cargadas ese “No sé qué”, pero que me llegó al alma y me conectó con el amor, el amor siempre en medio de los sueños que no es nada menos que otro amor uno muy verdadero.
Mia y Sebastian se conocen y se irán enamorando deslumbrándose de la belleza de sus almas soñadoras, ayudándose el uno al otro a empoderar sus sueños y afrontar la realidad de la vida con la dosis de un amor auténtico que sin duda nos recordará al primer verdadero amor.
Sin embargo aunque muchos la consideran una fórmula más del cine Hollywoodense creo que hay algo que se escapa de la clásica historia de amor feliz estilo Disney, donde toda la tormenta acaba al estar juntos, aquí pasa lo que pasa siempre sucede , las fases del enamoramiento en su máxima expresión para dejar paso a la realidad para hacernos ver que el amor en pareja al igual que los sueños no es algo sencillo, sin embargo no hay dramas en absoluto.
Disfruté La La Land desde el primer momento por las canciones, las voces, el vestuario, ese aire vintage aunque está ambientada en la época actual, las referencias a otros musicales son muy marcadas, en diversas escenas te evoca a Singin´ in the Rain, sobre todo, Mouling Rouge, Vaselina.
Acompañado de un soundtrack tan apropiado que aparece en el momento justo, sin forzar las canciones para encajar en las escenas como en otros musicales, un soundtrack con piano, jazz, matices altos, bajos, y el fabuloso contraste entre la voz suave y aguda de Emma y la sobriedad del tono de Ryan.
Muchos la consideran la historia clásica, la fórmula de Hollywood que nunca falla sin embargo no es la historia de amor estilo princesas de vivieron felices por siempre, es el amor real con sus respectivas etapas, de la proyección del enamoramiento a la estrepitosa realidad de que no es fácil estar juntos y cumplir los sueños no son tan fáciles.
Lejos de pensar en las nominaciones al Oscar y las expectativas generadas en torno a la más reciente cinta de Damien Chazelle (Whiplash) . Considero que La La Land merece una oportunidad en la sala de cine… mientras tanto yo seguiré oyendo city of stars por un montón de tiempo
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