“La belleza no es lo más importante, es lo único” The Demon Neon.
Belleza, alta costura, inocencia, frivolidad y colores vivos que acompañan una estética visual perfecta que cuida los detalles pero mantiene un tono agresivo y provocador que pasa de lo espectacular a lo atroz.
Así es The Neon Demon, un thriller que provoca, perturba y a la vez se vuelve una delicia por la riqueza visual que todo amante de la moda y la fotografía disfrutará en este filme dirigido por Nicolas Winding Refn, protagonizado por Elle Fanning y por Keanu Reeves
El argumento
Jesse es una adolescente de 16 años, aspirante a modelo que se muda a Miami para lograr su sueño, dotada de una belleza única y especial por su inocencia, pronto logra ser aceptada en un mundo lleno de frivolidad, envidia, narcisismo y perversión sexual.
Con un argumento prometedor nos sumerge esta historia de fantasía una historia de horror al estilo los cuentos de los hermanos Grimm que va adquiriendo un feelling violento que va en aumento conforme la trama se va desarrollando mostrando salpicada de escasos momentos de ternura que se van disipando.
La fotografía pertenece a Natasha Braier, quien cuida los detalles, usa colores expresivos, fuertes y poderosos que transgreden la sutil belleza de los planos, actores y escenarios.
Contrastes, belleza y surrealismo
Entre aspectos un poco irracionales sin explicación como el tigre que destruye el cuarto de hotel de Jesse, que refleja esa crueldad que se disfraza de apariencias perfectas, maquillaje, vestidos, pasarelas y luces de neón y por supuesto un bello animal tan primitivo, destructivo y salvaje.
keanu aparece muy poco, sin embargo su personaje es fundamental para seguir representado esos personajes violentos que la desean, la atacan, la violentan.
Ese contraste de colores es una de las cosas que más disfruté de la cinta, entre las luces de neón con colores rojos y azules, rosa, amarillo y los colores fríos y pálidos para reflejar una atmósfera vacía donde la belleza es único que importa como un digno valor de cambio que deja paso a personajes hermosos sin muestra de sentimientos, de amabilidad, de bondad para mostrar lo más oscuro de su ser.
El narcisismo se muestra presente en la atmósfera, Jesse al ser elegida a cerrar su primer show en una pasarela se muestra envuelta en su reflejo entre espejos que la dejan verse, imaginarse, soñarse mientras se besa a sí misma.
«¿Quieres ser como ellas?» Le replica su amigo enamorado, para escucharla decir :»No, yo no quiero ser como ellas, ellas quieren ser como yo».
Sin embargo la parafernalia, las pláticas de cirugías plásticas, de su prometedor éxito y las adulaciones pronto irán culminando en un final atroz perverso con escenas violentas baños de sangre entre una aire sensual y lésbico, necrofilia, canibalismo, muerte y suicidio que van trastocando y provocando emociones, horror, nausea en el espectador
A pesar de leer críticas que la consideran una cinta pretenciosa, que está lejos de ser una gran obra de Nicolas Widing, para mí gusto cumple su cometido de atraparme en cada segundo a través del discurso visual plagado de belleza y violencia que van de la mano entre diálogos, imágenes y atmósferas.
Me gusta que el cine te provoque emociones o sensaciones que te saquen de la zona de confort, aunque no sea una emoción nostálgica y sea una náusea, miedo, o me dejé trastocada como pasó con Animales nocturnos de Tom Ford y por supuesto The Neon Demon.
Además el argumento que retrata el mundo de la moda llevado a una distopía porque me gusta pensar en las metáforas de lo que realmente existe entre lo que podría ser al explotar las peores bajezas del ser humano al estilo Black Mirror.
La recomiendo en serio, si buscan algo que seduzca, que atrape y que provoque caos en medio de encuadres e imágenes seductoras, esta es la opción.
marzo 1, 2017 at 7:28 pm
¡¡Increíble entrada!! Me ha encantado tu manera de expresarte^^
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marzo 2, 2017 at 6:19 am
Muchas gracias Bruno, abrazo 🙂
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