Carpe Diem dos palabras en latín que quieren decir toma el día, que apareció por primera vez en un escrito del poeta Horacio, la frase de raíces latinas se convirtió durante el Renacimiento en un tópico de la literatura que incita a los hombres a vivir y disfrutar los placeres del presente, porque el futuro es incierto y la vida pasa rápido sin reparar en los momentos que perdemos pensando en trivialidades.
El otro día mientras degustaba una rica hamburguesa en un restaurante observaba a un pequeño niño que rozaba los dos o tres años de edad con su carita risueña y manchada de catsup en las mejillas y sus diminutas manos que jugaban emocionado con una servilleta de papel hecha bolita la cual aventaba y recogía con una sonrisa ancha y sincera que denotaban su felicidad.
Yo pensé en la magia de ser pequeño, pues los niños son profesionales en vivir el presente ellos toman el momento y lo hacen suyo no piensan en los problemas de la escuela, ni recrean fantasías mentales de lo que puede pasar(cosa terrible en algunas personas), no se lamentan por los errores del pasado, ni son adictos a pensar en lo que les molesta.
Al mismo tiempo reflexioné en la gente que predica y aconseja VIVIR EL AQUÍ Y EL AHORA, no siempre es fácil cuando el ritmo de vida que llevamos,el estrés del trabajo, la neurosis personal y los responsabilidades que afrontar y todos esos esos obstáculos que nos impiden vivir y gozar el presente y dejarse llevar por el momento, pues de niños no teníamos conciencia de estas cosas, por eso no era nada complicado vivir el aquí y el ahora.
pero, ¿Qué pasa cuando los problemas nos rebasan, la neurosis y el drama personal parece más grande que nosotros aunque no sea así, pero nos hace casi imposible vivir el presente?
Hay que volver a la realidad o sea el momento presente, y pensar que cualquier problema tiene una solución aunque de momento no nos parezca así.
En mi experiencia personal me atrevo a decir que si bien vivir el presente no siempre arregla los grandes problemas, pero si ayuda a resolverlos con mejor estado de ánimo y parsimonia, hay que dejarnos fluir con el tiempo presente para poder relajarnos y encontrar alternativas a nuestros conflictos.
Hoy traigo una propuesta para todas las personas que nos cuesta vivir al ritmo de aquí y el ahora, regálate un momento Carpe Diem en tu día, busca ese instante una hora o dos horas o quizá 15 o 30 minutos en los que te comprometas a relajarte y vivir el presente realizando algo que de verdad ames puede ser ser salir a correr, ir a nadar, ver una película, pintar un cuadro, meditar, escribir, leer ,contemplar la naturaleza o lo que tú gustes pues te aseguro te sentirás más tranquilo si es que pasas por tiempos difíciles y lograrás sentirte mucho más animado para afrontar lo que sea.
Que CARPE DIEM se vuelva parte de tu vida, si te gustó la entrada déjenme sus comentarios y les responderé con mucho cariño.
Del poema de Horacio.
Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris números. Vt melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.
En español
No preguntes (es sacrílego saberlo) qué fin a mí, cuál a ti,
los dioses han dado, Leuconoe, ni sondees los babilónicos
números. ¡Cuánto mejor es soportar lo que haya de ser!
Así Júpiter nos haya concedido muchos inviernos, así este sea el último
que ahora desgasta contra los escollos sobresalientes las olas
del Tirreno: sé sabia, filtra el vino y en un espacio breve
recorta una esperanza larga. Mientras hablamos, habrá huido celosa
la edad: aprovecha el día, confía lo menos posible en el mañana.
abril 14, 2016 at 3:36 am
Danika, Carpe Diem en tu día, cada dia,cada minuto, cada segundo.
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abril 14, 2016 at 3:38 am
Carpe Diem en tu día, Dánika.
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